La diferencia entre una persona feliz en su trabajo y una persona infeliz no es el sueldo, no es el horario de trabajo, no es su jefe, ni su área encargada…
Son las ganas con las que hace las cosas pequeñas, con la que implementa mejoras así su jefe no se lo haya pedido, el respeto que tiene por el horario de trabajo, lo agradecido que se siente con la oportunidad de laborar cada mañana, el ambiente bonito que genera con sus compañeros y lo que disfruta cada día.
No todo lo que hacemos en nuestro trabajo siempre nos gusta, pero nos debería gustar siempre hacer las pases con nuestras expectativas rígidas y disfrutar cada segundo la oportunidad de estar vivos.
Porque el trabajo no es más que una prueba que la vida nos esta poniendo para saber que tanto queremos alcanzar nuestros sueños, que tanto disfrutamos el milagro de estar vivos, que tanta valentía tenemos para tomar las riendas de nuestro futuro y que estamos dispuestos a hacer hoy para llegar a donde queremos estar mañana.
Si hoy no estas donde quieres estar, recuerda que estas en el camino, que este trabajo, esta oportunidad, este escalón donde estas ubicado hace parte del recorrido y entre mas firme de los pasos, más rápido llegas a la meta deseada.